viernes, 27 de abril de 2012

VIPASSANA Visión cabal






Lo verdaderamente importante es la práctica. Se trata de hablar lo menos posible y de practicar lo más posible. Pero, naturalmente, se necesitan unas orientaciones, unas instrucciones que indiquen cómo se debe proceder con la meditación.


Vipassana es una palabra pali y resulta aconsejable utilizarla porque así disponemos de un término capaz de identificar la meditación a la que nos estamos refiriendo. Vipassana quiere decir etimológicamente “ver claro, ver bien e íntegramente”. Vipassana es la visión cabal o visión penetrante de las cosas. Podríamos decir en términos modernos que la meditación vipassana es fundamentalmente el método de trabajo para llegar a comprender la realidad mediante una reorganización de nuestras estructuras psíquicas habituales, limpiándolas y liberándolas de los factores tanto instintivos y emotivos (deseos, aversiones, pasiones, etc.) como intelectuales (teorías, creencias, convicciones, opiniones, el orgullo intelectual, etc). Porque todos esos factores entorpecen el funcionamiento eficaz y armónico de lo que yo llamaría la verdadera funcionalidad de la conciencia y que nos ciega a la realidad de las cosas, pues no las vemos más que a través de los anteojos deformantes de nuestros gustos y prejuicios. Digamos, concretando, que la meditación vipassana es una reestructuración duradera (y este es un elemento importante, porque no es solamente un estado pasajero de arrobamiento que sólo deja el poso de la experiencia, pero no es definitivo) de los procesos mentales mediante el propio esfuerzo (el propio esfuerzo es otro elemento importante). Lo característicamente budista –es necesario subrayarlo- en las distintas ramas del budismo es la insistencia en este elemento del propio esfuerzo. El Buda, como dijo él mismo, no hace más que mostrar el Camino, pero cada cual tiene que recorrerlo por él mismo, y en ese sentido cabe decir que no hay meditación que no tenga que ser efectuada por uno mismo.


Hago referencia a la meditación budista y así la denomino no porque tenga uno que ser budista en ningún sentido ritual o de organización o de creencias de ninguna clase sino sencillamente en el sentido de que es le técnica meditativa que enseñó el Buda. Lo que el Buda mostró proviene en gran parte de las tradiciones y técnicas de autorrealización hindúes que se venían practicando desde miles de años antes de que surgiese el Buda en la India. Pero representa una evolución propia en determinada dirección y libre de toda clase de teologías y de metafísicas, trabajando con métodos que se pueden calificar de puramente pragmáticos.


La que podemos denominar meditación propiamente budista es la que observa los fenómenos, cualesquiera que sean, con sostenida atención y penetra a fondo en ellos para conseguir la visión cabal de las cosas, esa vipassana, que es lo que constituye la Liberación. Es pues, una toma de conciencia.


En la meditación vipassana, una vez se ha conseguido un grado de concentración suficiente (concentración inicial o de acceso, como se llama técnicamente), capaz de asegurar una atención bastante concentrada y bastante íntegra, y manteniendo las facultades mentales en un estado de máxima receptividad, se pasa a examinar con plena consciencia y en adelante todos aquellos estímulos sensoriales y procesos mentales que la meditación abstractiva excluye, comprendidos, sobre todo, los que operan normalmente a un nivel subconsciente e o subliminal. Es literalmente, pues, una toma de consciencia de todos los fenómenos que revela su esencial vacuidad. La liberación se consigue al comprender cabalmente la fugacidad de todo y ver que gozamos, sufrimos, nos agitamos literalmente por nada. Pero la liberación no consiste en un conocimiento meramente intelectual de este hecho. Hay que practicar. La vipassana es una experiencia, una vivencia; representa no sólo un estado en sí, sino que por el efecto de esa misma vivencia produce la reestructuración de la psique; es decir, que el que ha obtenido una visión cabal vive ya después de ello de otra manera, viendo las cosas de un modo distinto. Y entonces es posible vivir sin apego, con equilibrio, con plena disponibilidad ante todo lo que sucede en el momento mismo en que sucede, o sea vivir con toda funcionalidad. Hay también distintos niveles de visión, diversos grados de penetración más honda en las cosas; en le medida en que se obtiene mayor penetración se va consiguiendo una funcionalidad y un equilibrio mejores.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

en la practica de vipassana es posible antes realizar pranayamas o interfiere con el proceso de vipasanna
gracias por tu atencion

Ananda dijo...

Hola, cuánto más concentración y más serenidad, mayor beneficio, y teniendo en cuenta que la práctica del pranayama favorece y desarrolla la concentración y la serenidad, mejor será nuestra atención y concentración en la práctica de Vippasana.

Saludos.

Carolina dijo...

Estimado Carlos, gracias de corazon por tu pronta respuesta.
Solicite ingresar al retiro de la localidad donde vivo pero esta copado y recien en un mes podre postular para el retiro que se inicia dentro de 4 meses, mientras trato de seguir la tecnica.Puedo hacerte consultas conforme surjan, en el proceso que estoy iniciando? nuevamente gracias...Carolina

Ananda dijo...

Encantado Carolina, de poder ayudarte siempre que pueda..., se me olvidó señalar la ENERGÍA que también nos proporciona el Pranayama, un motivo más por el cual es beneficioso antes de la meditación. Saludos cordiales.