Aplicación de la
Ley de la potencialidad pura
LLEVARÉ a la práctica la
Ley de potencialidad pura comprometiéndome a dar los pasos siguientes:
1.
Entraré
en contacto con el campo de la potencialidad pura dedicando algún tiempo cada
día a guardar silencio, simplemente a ser. También practicaré a solas la
meditación silenciosa al menos dos veces al día, aproximadamente treinta
minutos por la mañana y treinta minutos por la noche.
- Dedicaré cierto tiempo cada día a
entrar en comunión con la naturaleza y a presenciar en silencio la
inteligencia que se encierra en todas las cosas vivas. Me sentaré en
silencio a contemplar una puesta de sol, o a escuchar el sonido del mar o
de un río, o simplemente a oler el aroma de una flor. En el éxtasis de mi
propio silencio, y entrando en comunión con la naturaleza, disfrutaré del
palpitar de la vida de los siglos, del campo de la potencialidad pura y de
la creatividad sin límites.
- Practicaré la abstinencia de juicios
de valor. Empezaré mi jornada con esta afirmación: “Hoy no juzgaré nada de
lo que suceda”; y a lo largo del día me recordaré a mí mismo que no debo
hacer juicios de valor.
Aplicación de la
Ley de entrega
LLEVARÉ a la práctica la
Ley de la entrega comprometiéndome a dar los pasos siguientes:
1.
Vaya
donde vaya, llevaré un regalo para todas las personas con que me relacione. El
regalo puede ser una frase agradable, una flor o una oración. Hoy entregaré
algo a todas las personas con las que entre en contacto, y pondré en marcha así
el proceso de circulación de la alegría, de la riqueza y de la abundancia en mi
vida y en las vidas de los demás.
- Hoy recibiré con agradecimiento todos
los dones que me ofrece la vida. Recibiré los dones de la naturaleza: la
luz del sol y el canto de los pájaros, o las lluvias de primavera, o la
primera nieve del invierno. También estaré abierto a lo que recibo de los
demás, ya sean regalos materiales, dinero, palabras amables u oraciones.
- Me comprometeré a mantener la
circulación de la riqueza en mi vida a base de entregar y de recibir los
dones más preciosos de la vida: los dones del interés, del afecto, del
aprecio y del amor. Cada vez que me encuentre con alguien, le desearé
calladamente felicidad, alegría y buen humor.
Aplicación de la Ley del karma o de la causalidad
LLEVARÉ a la práctica la
Ley del Karma comprometiéndome a dar los pasos siguientes:
- Hoy observaré las decisiones que tomo
en cada momento. Y por la simple observación de estas decisiones, las
llevaré a mi atención consciente. Sabré que la mejor manera de prepararme
para cualquier momento del futuro es ser plenamente consciente en el
presente.
- Siempre que tome una decisión, me haré
a mí mismo dos preguntas: “¿Cuáles son las consecuencias de esta decisión
que estoy tomando?” y “¿Me producirá realización personal y felicidad a mí
mismo, y se las producirá a aquellos a los que afecta mi decisión?”
- Después, pediré orientación a mi
corazón y me dejaré guiar por su mensaje de bienestar o malestar. Si la
decisión me produce una sensación de bienestar, seguiré adelante sin titubear.
Si la decisión me produce malestar, me detendré para ver las consecuencias
de mi acto con mi visión interior. Esta orientación me capacitará para
tomar decisiones espontáneamente correctas para mí mismo y para todos los
que me rodean.
Aplicación de la Ley del mínimo esfuerzo
LLEVARÉ a la práctica la
Ley del mínimo esfuerzo comprometiéndome a dar los pasos siguientes:
- Practicaré la aceptación. Hoy
aceptaré a las personas, las situaciones, las circunstancias y los sucesos
tal como ocurran. Sé que este momento es tal como debe ser, porque
todo el universo es tal como debe ser. No lucharé contra todo el universo
luchando contra este momento. Mi aceptación es total y completa. Acepto
las cosas tal como son en este momento, y no tal como deseo que fueran.
- Habiendo aceptado las cosas tal como
son, asumiré la responsabilidad de mi situación y de las
circunstancias que veo como problemas. Sé que asumir la responsabilidad
significa no echar a nadie ni a nada la culpa de mi situación, ni siquiera
a mí mismo. Así también que todo problema es una oportunidad camuflada, y
esta atención a las oportunidades me permite tomar este momento y
transformarlo en un beneficio superior.
- Hoy, mi atención quedará establecida
en la indefensión. Renunciaré a la necesidad de defender mi punto
de vista. No sentiré ninguna necesidad de convencer ni de persuadir a los
demás para que acepten mi punto de vista. Me mantendré abierto a todos los
puntos de vista y no estaré rígidamente a ninguno de ellos.
Aplicación de la Ley de la intención y el deseo
LLEVARÉ a la práctica la
Ley de la intención y del deseo comprometiéndome a dar los pasos siguientes:
- Prepararé una lista de todos mis
deseos. Llevaré conmigo esta lista dondequiera que vaya. Repasaré la lista
antes de mis ratos de silencio y de meditación. La repasaré antes de
acostarme por la noche. La repasaré cuando me despierte por la mañana.
- Liberaré esta lista de deseos y la
someteré al vientre la creación, confiando en que, cuando las cosas no
parecen marchar a mi favor, es por un motivo, y en que el plan cósmico
tiene para mí unos designios mucho más grandiosos todavía que los que yo
he concebido.
- Me recordaré a mí mismo que debo
practicar el conocimiento del momento presente en todos mis actos. Me
negaré a permitir que los obstáculos consuman y disipen la calidad de mi
atención en el momento presente. Aceptaré el presente tal como es, y
manifestaré el futuro a través de mis intenciones y deseos más profundos y
más apreciados.
Aplicación de la Ley del desapego
LLEVARÉ a la práctica la
Ley del desapego comprometiéndome a dar los pasos siguientes:
- Hoy me comprometeré a practicar el
desapego. Me permitiré a mí mismo y a los que me rodean la libertad de ser
tal como somos. No impondré rígidamente mi idea de cómo deben ser las cosas.
No impondré soluciones forzadas a los problemas, creando así nuevos
problemas. Intervendré en todo con participación desapegada.
- Hoy añadiré la incertidumbre como
ingrediente esencial de mi experiencia. En mi disposición a aceptar la
incertidumbre, encontraré soluciones que surgirán del problema, de la
confusión, del desorden y del caos. Cuanto más inciertas parezcan las
cosas, más seguro me sentiré yo, pues la incertidumbre es el camino que me
conduce a libertad. Encuentro mi seguridad a través de la sabiduría de la
incertidumbre.
- Me adentraré en el campo de todas las posibilidades y esperaré la emoción que puede producirse cuando me mantengo abierto a un número infinito de opciones. Cuando me adentre en el campo de todas las posibilidades, viviré toda la alegría, la magia y el misterio de la vida.
Aplicación de la Ley del Dharma o del propósito de la vida
LLEVARÉ a la práctica la
Ley del dharma comprometiéndome
a dar los pasos siguientes:
- Hoy nutriré con amor al dios o a la
diosa que está muy dentro de mi alma en estado embrionario. Prestaré
atención al espíritu que está dentro de mí y que anima tanto mi cuerpo
como mi mente. Me despertaré a esta profunda quietud que está dentro de mi
corazón. Llevaré conmigo la conciencia del Ser intemporal, eterno, dentro
de la experiencia temporal.
- Prepararé una lista de mis talentos
singulares. Después, prepararé una lista de todas las cosas que me gusta
hacer mientras expreso mis talentos singulares. Cuando expreso mis
talentos singulares y los pongo al servicio de la humanidad, pierdo la
noción del tiempo y genero abundancia en mi vida, así como en las vidas de
los demás.
- Me preguntaré todos los días: “¿Cómo
puedo servir?” y “¿cómo puedo ayudar?”
Las respuestas a estas preguntas me permitirán ayudar y servir con
amor a mi prójimo humano.
“Las siete leyes
espirituales del éxito”. (Deepak Chopra).
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