Cada día se generaliza más la evidente y definidad utilidad que presenta la
práctica inteligente del Hatha-Yoga para el hombre de Occidente. Testimonio de
ello son la abundancia de textos que aparecen en todos los países de Europa y
de América, así como la frecuente divulgación de artículos en revistas y
publicaciones diversas, emisiones en la televisión y, especialmente, la
formación progresiva de centros para la enseñanza práctica de esta antigua
disciplina.
Además, los Yoguis realizan
otros deportes con menor esfuerzo y mayor agilidad. El conocimiento de las
técnicas de respiración y de movimiento de los cuerpos, los previenen de los
problemas que ocurren a menudo en los deportes más populares y
"activos", como el tenis, el fútbol, o el esquí. Y si llegará a
sucederles alguna lesión, el daño puede ser menos severo y la recuperación más
rápida, ya que el yoga acondiciona el cuerpo entero. El yogui sabe
escuchar a su cuerpo, y no forzarlo en las situaciones que pudieran ser dañosas
para él.
Desgraciadamente no todo lo que se publica, ni todo lo que se enseña,
está siempre respaldado por un sólido conocimiento. Se ha demostrado que la
ejecución de ciertas posturas
físicas, sin la adecuada actitud mental,
disminuye en un 80 % la eficacia del Hatha-Yoga. La práctica de ciertos
ejercicios respiratorios del Pranayama,
sin las debidas precauciones, puede acarrear serios inconvenientes en el
equilibrio nervioso del alumno. Las prácticas del Hatha-Yoga no pueden tomarse
a la ligera, pues mediante ellas se movilizan las energías vitales latentes y
lo mismo pueden conducir a una gran mejora en nuestro funciónamiento físico y
mental, cuando están bien ejecutadas, que pueden llevar a una mayor
perturbación orgánica y psíquica, si se practican sin método o con excesiva
fuerza, rapidez y duración.
No olvidemos que el Yoga, a través de sus varias formas (Karma, Bhakti,
Raja, Dhyana, etc), constituye una enciclopedia completa sobre la ciencia y el
arte de desarrollar la conciencia humana hasta sus más altas posibilidades. A
cada uno de nosotros corresponde el utilizar adecuadamente los medios que están
a nuestro alcance para satisfacer nuestras necesidades.
Por miles de años, el yoga ha sido una parte en
central en la vida de millones de personas a lo largo de todo el mundo, que
buscan la cura y la paz mediante la práctica de este ejercicio meditativo. No
es de extrañar entonces que existan muchas interpretaciones sobre sus
beneficios, y que cada persona le asigne una interpretación diferente. Sin
embargo, existe una certeza compartida por todas las personas que lo practican:
quienes hacen yoga, tengan la edad que tengan, pueden hallar mediante este
ejercicio un mayor bienestar, desarrollar mayor flexibilidad en su cuerpo,
mejorarlo estéticamente, y sentirse más lucidos y despiertos.
El yoga se ha popularizado mucho en los últimos años dentro del mundo
occidental, pero esta tradicional práctica del este de la india comenzó hace
más de 5.000 años, como una forma de hallar el propio alma. La filosofía
existente detrás de este ejercicio, intenta crear los principios para armonizar
el cuerpo con la mente y espíritu, a través de las asanas. El yoga
se basa también en principios éticos, y una disciplina personal, elementos
básicos de todas las culturas civilizadas.
La práctica diaria del yoga, puede conducir a una vida
más larga y sana. Y quienes crean que esto no tiene fundamentos científicos,
deben saber que el ejercicio del yoga se funda firmemente en la circulación
energética de los cuerpos: las asanas, fueron desarrolladas para
estimular el flujo del prana, la energía que da la fuerza de la
vida. El Prana, se activa por determinadas posturas corporales que
estimulan principalmente a las glándulas endocrinas. De esta forma, comienza a
correr por nuestros organismos un armonioso flujo de energía, que los mantiene
fuertes y sanos, y ayudan a los enfermos a desarrollar su cura.
Los expertos en yoga,
señalan que uno de los fundamentos de esta practica es mejorar la respiración,
a medida que se realizan los asanas. Si una persona sufre algún
malestar mientras lleva a cabo una determinada postura, puede relevar ese
problema concentrando su mente en el área de la tensión, respirando
profundamente, y enviando energía hacia ese punto. De esta forma, se pueden
aliviar todas las dolencias que se experimenten en las complejas posturas del
yoga.
Por supuesto que todo esto
lleva mucho tiempo y práctica, y el progreso hacia una flexibilidad total debe
ser realizado gradualmente, sin forzar al cuerpo y llevándolo suavemente hacia
las posturas deseadas. La regulación de la respiración, ayuda a tranquilizar la
mente y obtener una mayor concentración para realizar las posturas, además de
optimizar las curas. Los profesores del yoga siempre recuerdan a sus
estudiantes, que realizar las posturas sin su correspondiente respiración y
concentración, es como no practicar el yoga.
Los asanas influyen
en todos los aspectos de la vida de una persona. Las posturas y sus efectos,
pueden ayudarle a levantarse mejor en la mañana, disminuir la tensión del
mediodía, y relajar el sueño durante la noche. Estos beneficios son
fundamentales para los hombres de mediana edad, que suelen pasar sus días
repletos de actividades, obligaciones, y compromisos. Es por ello que una gran
cantidad de occidentales, han comenzado a reemplazar el tiempo que le dedicaban
a su deporte favorito, para utilizarlo en la practica del yoga, conscientes de
los mayores beneficios que esta práctica representa. Las sensaciones asociadas
al yoga, como la paz mental, la relajación, la
energía, y la facilidad de movimiento corporal, acompañan a quienes lo
practican durante todo el tiempo de sus vidas.
Es muy fácil reconocer a los Yoghis:
son aquellas personas que no se ponen nerviosas por los atascos del tráfico,
son menos impacientes buscando un lugar para estacionar, y no se irritan cuando
en la oficina alguien les habla mal, sino que lo tratan con indiferencia. No
les importa esperar a que el mozo les sirva el almuerzo, o se ven alegres en la
cola de supermercado. De hecho, toman esas situaciones como una oportunidad
para poner en práctica los principios básicos del yoga, como la concentración,
la respiración profunda, o la alineación de la espina dorsal.
Además, aumenta la fortaleza del cuerpo, y retrasa el
envejecimiento. Los músculos aumentan su tonicidad, y proporcionan una mayor
flexibilidad y mejor aspecto estético. Todos estos beneficios, ayudan a armarse
de confianza y valor para enfrentar los desafíos más difíciles, como realizar
exploraciones, subir montañas o ir de excursión, actividades que sin lugar a
dudas repercuten muy saludablemente en nuestro interior.
Una persona que practica yoga, también es
fácilmente identificada por su postura corporal. Suelen estar relajados, con
los hombros erguidos y el pecho abierto, dando una sensación de abrir su
corazón al mundo que los rodea. El yoga mantiene también la flexibilidad y
fortaleza de sus huesos, previniendo la osteoporosis. Su práctica, mejora
la digestión, la respiración, la concentración, y todo el sistema cardiovascular. Un yogi raramente
se enferma, y si los hace, las complicaciones son generalmente menos severas, y
su recuperación más rápida.
Todas estas ventajas se combinan para mejorar
perceptiblemente la calidad de vida de los hombres que sufren estrés, depresión o tensiones diversas. Es importante saber que el bienestar y la plenitud no
están reservados exclusivamente a los jóvenes, aunque constantemente escuchemos
ese mensaje. El yoga es una excelente forma de mantener los beneficios de la
juventud, al tiempo que se goza de una nueva forma de ver la vida, donde se
combinan con total armonía el cuerpo,
la mente y el espíritu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario