Técnica
Adoptada la postura estable, y con el tronco
bien erguido, esta respiración consta de dos fases.
Primera fase: fije la barbilla contra el
pecho e inspire por ambas fosas nasales durante dos segundos. Efectúe una pausa
de dos segundos y vuelva a inspirar por dos segundos, para volver a hacer una
pausa de dos segundos... y así sucesivamente (dos segundos de inhalación y dos
de pausa sucesivamente), hasta haber llenado por completo los pulmones.
Retenga el aire de acuerdo a su capacidad.
Espire por ambas fosas nasales, lentamente,
hasta vaciar por completo los pulmones. Hasta aquí se ha cumplido un ciclo de
la respiración.
Segunda fase: con la cabeza inclinada y el
mentón contra el tórax, inhale lentamente por ambas fosas nasales hasta llenar
los pulmones. Retenga el aire de acuerdo a su capacidad. Exhale durante dos
segundos, haga una pausa de otros dos segundos, vuelva a exhalar durante dos
segundos ya hacer una pausa de dos segundos, y así sucesivamente hasta
finalizar la exhalación. Hasta aquí se cumple un ciclo de la segunda fase.
Tiempo
Cinco minutos cada fase.
Beneficios
. La combinación de ambas fases regula,
equilibra y armoniza las energías del organismo.
. Facilita la interiorización de la mente y
proporciona un buen estado de relajación y tranquilización.
. Dota de equilibrio a los elementos
orgánicos.
. Incrementa la capacidad de concentración y
potencia la atención mental.
. Favorece la supresión de las ideaciones y
silencia la mente.
. Favorece el funcionamiento cerebral.
. Previene la ansiedad y la fatiga.
. Perfecciona el aparato respiratorio.
. Estimula el riego sanguíneo.
. Previene los trastornos respiratorios.
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