Los
individuos neuróticos forman una sociedad neurótica, y una sociedad neurótica a
su vez , crea individuos neuróticos. La neurosis es una detención en el proceso
de maduración de la persona y genera todo tipo de síntomas, perturbaciones,
fobias, conflictos internos y desequilibrio en la relación con las restantes personas. En tanto su ser humano
no se realiza (es decir, capta aquella naturaleza real que es la suya) está en
mayor o menor grado sometido a la neurosis es decir está interiormente desintegrado,
alienando toda clase de compensaciones neuróticas y temores infundados,
incapacitado para ver la realidad tal y
como es, cultivando toda clase de resistencias psicológicas y puntos ciegos, víctima
de las fuerzas ciegas del subconsciente, recurriendo a toda clase de artificios
para lograr una armonía artificial. Sólo con el desarrollo completo de la
consciencia se resuelven los nudos neuróticos y a persona comienza a conquistar
una armonía auténtica.
Los
conflictos internos roban energía, desgarran, someten a violentas presiones
internas, frustran el fluir cotidiano, tensan, generan recelo y hostilidad
dependencias mórbidas y apegos, confunden, ofuscan. Los conflictos internos
originan profundísimas contradicciones que dividen a quien los padece. Cuanto
más enraizados y densos sean estos conflictos más síntomas producirán y más penosamente
vivirá la persona su situación interna.
El
yoga es una técnica de autorrealización y no una terapia psíquica, pero sus
técnicas han demostrado ser de una excepcional eficacia para resolver los conflictos
internos y llevar la mente más allá del campo de la neurosis. Además, sólo en
la medida en que nos encontremos más armónica y psíquicamente estaremos mejor
dispuestos para obtener los frutos más preciados de la meditación. A propósito
de este tema, y con motivo de mis quince extensos recorridos por la India, he
tenido ocasión de consultar con los más destacados yoguis. No hay duda de que
sólo cuando comenzamos a estabilizarnos psíquicamente estamos mucho mejor
preparados para emprender aún con mayor éxito las técnicas del yoga mental. En
mayor o menor grado todos estamos altamente neurotizados y desintegrados, no
somos soberanos de nosotros mismos, disponemos de una consciencia crepuscular,
estamos divididos entre infinidad de tendencias contradictorias y ambivalentes,
desconocemos nuestro hogar interior y hemos perdido nuestro centro (estamos
descentrados). En una de mis obras el
venerable Nyanaponika Thera escribió: “Ciertamente estos poderes de
concentración y meditación pueden ser obtenidos y desarrollados por la meditación
y el yoga, y pueden ser una fuerza muy beneficiosa para la integración de la mente
y el carácter; pueden coordinar las facultades mentales para una actividad más eficaz y pueden integrar y estabilizar
las emociones para construir caracteres más armónicos.”
Creo
de sumo interés exponer parte de los testimonios recibidos. Swami Chidananda me
explicó: “Concentración y meditación ayudan totalmente a resolver los
conflictos internos y además en el más alto grado. Poco a poco hay que ir
prolongando las prácticas de concentración y meditación, aumentando el tiempo gradualmente.
A medida que se vaya profundizando en la concentración y la meditación, no cabe
duda de que se irán resolviendo los conflictos internos”
Todos
los yoguis y maestros de meditación, por supuesto, saben que la práctica de la
meditación será tanto más sencilla y profunda cuanto más integrado se halle el practicante
y que si la persona padece trastornos psíquicos graves deberá también recurrir
a un especialista.. Swami Krishnananda especifica: “El hatha-yoga puede, indudablemente,
ser de una gran utilidad para ayudar a los pacientes psíquicos. Si los problemas
psicológicos son graves, la meditación y la concentración se hacen muy difíciles”
Swami Bravyananda, por su parte, indica: “Muy a menudo personas que están
perturbadas psíquicamente practican meditación, siendo beneficiadas por su
práctica, pero no debemos garantizar que esta práctica es un remedio para los
desórdenes psíquicos. De hecho sus beneficios reportan su máximo rendimiento
cuando la persona esta psíquicamente sana y equilibrada.”
Todas
las técnicas de meditación y concentración amplían la consciencia y, por
consiguiente facilitan ese conocimiento y comprensión que, según el doctor
Miguel Fraile “otorgan el equilibrio perdido; nos permiten vernos desde un
prisma nuevo, objetivarnos estudiarnos modificarnos. Concentración y meditación
aparecen así como fórmula de liberación. La práctica del yoga mental comporta
el adiestramiento de la persona en estas técnicas. Lo que de ordinario es disipación
se convierte en unificación. Lo que es dejarse llevar pasa a ser un progresivo
dominio de nosotros mismos”.
El
venerable Saddhatissa me explicó: “La práctica de la meditación y la
concentración contribuyen a la superación de los trastornos psicológicos en un
setenta y cinco por ciento. Son
múltiples los beneficios que pueden sobrevenir con la práctica de la meditación
para encontrar la armonía.”
Para
ir logrando una verdadera armonía interior no sólo es de gran eficacia la
práctica del yoga mental, sino también la del yoga físico. La combinación de
ambas formas de yoga ha demostrado su validez incluso en trastornos
psicológicos graves. El psiquiatra Alberto Lohmann explica: “Nuestra
experiencia profesional nos permite afirmar, de modo sincero y honesto que
realmente la práctica asidua, correcta, del hatha-yoga, con sus meros
postulados con sus variados ejercicios, con su desenvolvimiento espiritual, con
el control de la mente significa un gran recurso, basado en principios
científicos comparados, para la prevención y mejoría e incluso para la cura
(junto a otros procesos) de trastornos psicológicos y de perturbaciones
nerviosas en general.”
Aunque
el yoga es una vía para alcanzar la liberación definitiva , una práctica para la
obtención del samadhi (experiencia estática) que reporta la Sabiduría, un
sistema para acelerar el proceso de evolución de la consciencia, sus técnicas
tienden a integrar a la persona, pues desde esa integración interior será mucho
más fácil y posible caminar hacia la ultima realidad, reunificando así todas
las energías que se dispersaban por culpa de los conflictos internos y
poniéndolas al servicio de la búsqueda y la plenitud interiores.
CONCENTRACIÓN EN UN FONDO NEGRO
Se
trata de una técnica muy antigua de concentración que resulta excelente para
descansar la mente en profundidad, neutralizar los procesos mentales y lograr
la unificación de la consciencia. Para facilitar el ejercicio es mejor realizarlo
en la semipenumbra o en la oscuridad total
Proceda
como sigue: adopte la postura de la meditación con la columna vertebral y la
cabeza bien erguidas. Pause la respiración por la nariz y relaje el cuerpo
tanto como le sea posible. Imagine un fondo negro (una pantalla negra, una
pizarra, un velo negro que cae sobre sus ojos…) y trate de ir oscureciendo la
mente tanto como le sea posible. Poco a poco irá logrando un oscurecimiento
total del contenido mental, lo que se ha venido denominando la “noche mental”.
Persevere. Paulatinamente vaya inundando su mente de oscuridad total hasta que
pueda mantenerla en un abismo de absoluta negrura. Ejecute el ejercicio de diez
a quince minutos, evitando cualquier tipo de conflicto o esfuerzo excesivo.
Esa
técnica también puede aplicarse después de haber realizado la postura del
cadáver, cuando el cuerpo se halla totalmente relajado, para sumergir así
también la mente en un estado de quietud profunda.
Colección fascículos Ramiro Calle.
YOGA TOMO 1
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