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viernes, 4 de enero de 2008

CONTEXTO FILOSÓFICO E HISTÓRICO DEL YOGA

Se pueden entender dos grandes núcleos de filosofías en la India:
Filosofías de origen ario. Las introdujeron los arios en su invasión en la India. Consideran que Dios está presente en todo el Cosmos, es como la esencia básica que fomenta todo el Universo.
Filosofías de origen dravídico. Son aquellas dependientes de la cultura que estaba establecida en la India antes de la llegada de los arios. Entienden que el Cosmos o Universo tiene dos constituyentes antagónicos: el constituyente de la materia y el constituyente del espíritu. El Yoga se ubica dentro de este grupo.
El Jainismo. Es la filosofía más antigua dentro de este grupo, muy anterior a la invasión de los pueblos arios. El jainismo considera que existe un principio espiritual, llamado “jiva” y un principio material llamado “ajiva”. El principio material tiene que purificarse para llegar a entrar en contacto con el principio espiritual. Consideran que la forma básica de purificación del principio material consiste en la abolición absoluta de todo movimiento kármico, es decir, la abolición absoluta de cualquier tipo de acción, a nivel físico o mental. Eso implica que las acciones que desarrollamos física o mentalmente condicionan un karma, unos resultados. El principio jaina indica que no se trata de desarrollar un karma bueno, acumulando acciones buenas, sino que hay que abolir todo tipo de acción, porque incluso el karma bueno representa un encadenamiento a la rueda de la vida, a la rueda de los nacimientos.
El Samkhya. Es otro sistema filosófico de origen dravídico que, lo mismo que el jainismo, considera que existe una sustancia material que es la “prakriti” y una sustancia espiritual que es el “purusa”. Hay que purificar la materia para llegar a entrar en contacto con el espíritu.  La materia se puede presentar de tres modos, que son los tres gunas:
Tamas. Es el aspecto de la inercia, lo que tiende al no movimiento, en forma de abandono, dejadez, o inconciencia.
Rajas. Es el aspecto de movimiento, de esfuerzo, de lucha, de conquista.
Sattva. Es el aspecto de la conciencia, de la luminosidad, de la sabiduría.
Se considera que hay que purificar la materia hasta el grado de llevarla a una vivencia sáttvica absoluta. Cuando toda la materia “prakriti”, es puro sattva, es capaz de reflejar el “purusa” que es el espíritu. Mientras la materia esté condicionada por aspectos de inconsciencia, dejadez o aspectos de lucha o de triunfo, estamos condicionados a seguir alejados de la vivencia del espíritu.
Es interesante conocer que en la práctica del Yoga físico, cualquier asana está condicionado por estos tres gunas. El asana se puede ver condicionada desde un aspecto tamásico, de abandono, o lo que es más frecuente, desde un aspecto rajásico, de esfuerzo, de lucha, de conseguir el asana, y lo que resulta más difícil es mantenerlo desde un aspecto sáttvico, desde una dimensión de luminosidad y conciencia, que es desde donde el asana tiene todo su interés.


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