Al
surgir el universo, surgió el sonido. El universo es vibración y la vibración
provoca un sonido. No hay movimiento sin sonido; no hay vida sin vibración.
Todos los seres sintientes o inanimados están en constante vibración. Esa
vibración emite un sonido sutil. El sonido primordial es la vibración
primordial, la matriz de todas las otras vibraciones, el sustratum del universo
todo.
El
mantra-yoga es el yoga del sonido. Es una modalidad yóguica que para unificar
la mente y obtener la supra consciencia, se sirve como procedimiento básico y
método de trabajo, del dominio sobre las vibraciones y de la repetición de
determinadas palabras que son de naturaleza mística y esotérica. Concentrando
la mente en el mantra utilizado para la repetición, se estimulan determinadas energías
latentes, se liberan los nudos energéticos, se unifican las potencias de la
mente, se reacondiciona positivamente el subconsciente, se estimula la emoción
positiva, se entra en contacto con la energía cósmica y se combate la
dispersión de la mente, que se reabsorbe en la totalidad. El mantra o palabra
mística se convierte en soporte de la atención. Las más preciosas energías del
ser humano son activadas, reguladas, despertadas definitivamente.
A
través de la repetición del mantra o palabra mística, se van conquistando los
niveles más elevados y profundos de la mente. El mantra es como una fecunda
semilla que se arroja a los abismos de la mente para que fructifique y
modifique positivamente la personalidad del practicante. Muchos yoguis me han
dicho en la India: “El mantra es bálsamo, néctar, estímulo, fuerza interior.”
Para
ejecutar el mantra OM, el practicante debe
seleccionar una habitación tranquila, sentarse en meditación, relajar su cuerpo
tanto como le sea posible y pausar la respiración por la nariz. Al inhalar,
lentamente, se repite en la mente, alargándolo, el mantra OM. Al exhalar, con lentitud
y también mentalmente, vuelve a repetirse el mantra OM. Así, OMMMMMM al inhalar,
y OMMMMMM al exhalar. El practicante debe vaciar su mente de todo lo que no sea
el mantra OM llenando toda su consciencia, saturándole y penetrándole más y
más. A la vez que repite el mantra al inhalar y al exhalar, debe cultivar un
sentimiento de totalidad, plenitud, expansión, infinitud. La repetición no debe
jamás resultar mecánicamente, sino bien al contrario, muy atenta y perceptiva
El mantra OM también puede
repetirse durante la vida cotidiana, sin necesidad entonces de adaptarla al
proceso respiratorio. La repetición de éste mantra expande la consciencia,
limpia los residuos de la mente, seda el sistema nervioso y unifica todas las
energías de la mente. Existen otros ejercicios que podemos realizar utilizando
el mantra OM como soporte y que iremos exponiendo más adelante. Lo importante
es perseverar en la práctica. Los resultados siempre son proporcionales a la
intensidad del adiestramiento. Tal es una vieja ley del yoga.
Mediante la repetición del
mantra, la mente se desprende de los objetos exteriores y se repliega sobre sí
misma. El desestabilizador mundo exterior desaparece durante unos minutos y el
practicante halla reposo profundo en el santuario más secreto de su propia
mente. El mantra se adhiere a la sustancia mental, inunda la vida interior del
practicante con toda su potencia y significado, cambia el carácter, el enfoque
mental. El mantra, correctamente utilizado, proporciona salud psíquica e
incluso física. La mente, siempre dispersa y caótica, finalmente se fija,
libera sus bloqueos. El mantra cala hasta el subconsciente y quema las
latencias negativas del mismo, dejando impresiones positivas en su seno. Cambia
la personalidad del practicante. El mantra sana la mente, previene contra la
neurosis y el estrés, le enseña al practicante a desplazarse de su mente
superficial, donde todo es caótico y confuso, a su mente profunda, donde todo
es apacible y gratificante. El mantra es así un vehículo para viajar por el
espacio interior, para comunicarse con las realidades profundas que existen en uno
mismo, para establecerse en la propia y genuina naturaleza interior. Tal es el
poder del mantra: vibración consciente para movilizar otras vibraciones, para
propulsar las energías latentes de la mente y despertarlas. Desde siempre, se
ha utilizado el mantra en la India. Lo han utilizado los hindúes, los budistas,
los sufíes musulmanes, los cristianos. El mantra es la esencia del pensamiento
y de la emoción convertida en palabra; es instrumento de auto penetración, es
como un canto al ser interior.
Repitiendo el mantra durante
unos minutos, si se hace adecuadamente, la mente se higieniza, las energías se
purifican y se va adquiriendo un grado profundo de interiorización. Pero
podemos ya adelantar que en el yoga el mantra de los mantras…el mantra original
y raíz, es el mantra OM. Este mantra es una fórmula de profundo significado
místico-esotérico. Dispone de una especial musicalidad y resulta breve y
escueto para su repetición, siendo capaz de penetrar hasta las capas más
profundas de nuestra mente. Este mantra desgina al ser universal, que también
reside en todo ser viviente; hace referencia al sustratum cósmico de energía,
alfa y omega de todo lo creado e increado.
AUM
AUM,
que se pronuncia OM es el mantra de los mantras, la quintaesencia de los
mantras. Mantra es energía, poder, evocación, fórmula místico-esotérica para
despertar las potencias internas y expandir la consciencia. OM es el llamado el
pranava-mantra, porque es el mantra por excelencia para designar al ser
universal. AUM también refunde los tres principales canales de energía de un
ser humano: el canal de energía derecho (que fluye a la derecha de la médula
espinal), el canal de energía izquierdo (que fluye a la izquierda de la médula
espinal) y el canal de energía central (por el que el yogui, con su
entrenamiento, debe llevar toda la energía espiritual para lograr el despertar
espiritual). OM está en lo más inmenso y en lo más infinitesimal. Es la energía
universal y se encuentra incluso en los elementos subatómicos más minúsculos.
Colección
fascículos YOGA
TOMO
1
Ramiro
Calle.
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