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domingo, 30 de noviembre de 2008

Fuerteventura (playa de Jandía)

Nada que envidiar a otras playas del mundoPosted by Picasa

Aparato digestivo


Patología del Esófago

Esofagitis y Hernia de hiato.
            El Yoga es muy beneficioso porque el cultivo de la relajación hace que disminuyan los espasmos esofágicos, las contracciones del esófago producidas por la irritación de los jugos gástricos, y que son muy dolorosas. Por otro lado la estimulación del sistema nervioso Parasimpático produce un aumento de la secreción gástrica de ácido clorhídrico, lo que podría perjudicar a la hernia de hiato, recomendándose en éstos casos tomar un vaso de leche fría después de cada sesión de Yoga, para de este modo alcalinizar el estómago.
            Las posturas de inversión, tensión o de presión a nivel abdominal, están contraindicadas en principio, en presencia de una hernia de hiato importante, así como la práctica de Uddiyana-Bandha por la misma razón (contracción del abdomen de forma intensa y mantenida).

Gastritis-Úlcera de Estómago-Úlcera de Duodeno

            La práctica del Yoga es altamente recomendable, ya que se combate la ansiedad y la tensión nerviosa, produciendo sedación, relajación y tranquilidad a nivel emocional, elementos claves en la génesis de éstas afecciones.
            Al igual que en la hernia de hiato, la estimulación del sistema nervioso Parasimpático produce un aumento de la secreción gástrica de ácido clorhídrico,  recomendándose en éstos casos tomar un vaso de leche fría después de cada sesión de Yoga, para de este modo alcalinizar el estómago.

Ptosis gástrica

            Se conoce como “estómago caído”.
            La práctica del conjunto de asanas del Yoga físico favorece la recuperación del tono en la musculatura del estómago, haciendo desaparecer la sintomatología de ésta afección.
Estreñimiento
            Potenciar la realización de las asanas que aumenten la presión sobre la pared abdominal (para estimular el peristaltismo intestinal):
Dhanurasana, Makarasana, Salabasana, Ardha-Matyendrasana, Vakrasana, etc…realizando durante las posturas respiraciones abdominales lentas y profundas para favorecer el masaje sobre el contenido abdominal.
            La vagotonía que induce la práctica del Yoga favorece también la eliminación del estreñimiento.

Colón irritable

Es una patología que afecta al intestino grueso presentando síntomas de alternancia de estreñimiento y diarrea de forma brusca, acompañados de intenso dolor abdominal secundario a los espasmos intestinales. El síntoma clave del colon irritable es que la primera toma de alimento por las mañanas origina la necesidad imperiosa de defecar.
Es otra patología de origen claramente psicosomático, por somatización de la tensión nerviosa en el intestino grueso. Su motivación emocional se encuentra en relación con un mal manejo de la propia agresividad, que al no poder expresarse adecuada y correctamente por represiones inconscientes; tiene que manifestarse a través de diarreas (la persona se "caga" en todo), acompañadas de dolor que el individuo soporta y padece para compensar la culpa que su propia agresividad le genera.
El tratamiento yóguico se centra en potenciar la relajación y la tranquilización global, a través de asanas y pranayama, de toda la estructura psicofísica de la persona. De igual manera la toma de conciencia en profundidad de las distintas sensaciones corporales, que se brinda a la persona al encontrarse inmovilizada en el asana, posibilita la asunción por parte de esta de componentes agresivos rechazados previamente y que siempre presentan un correlato a nivel de sensaciones físicas. Asumir la propia agresividad favorece el no tener que eliminarla de forma extemporánea a través del recto
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Megacolon

Dilatación del colon de forma mantenida.
Difícil tratamiento a través del Yoga.
Sí se pueden tratar los síntomas de estreñimiento e hinchazón que acompañan esta afección, a través de las asanas de presión intra-abdominal, Dhanurasana, Makarasana, Salabasana, Ardha-Matyendrasana, Vakrasana, etc…
La ingestión de fibra no siempre es beneficiosa para personas con esta patología, por incrementar la retención de heces en el colon y favorecer la hinchazón del vientre.

Hernias Inguinales y Crurales

Contraindicada la práctica del Yoga.
Si la hernia estuviera resuelta quirúrgicamente hay que tener mucho cuidado con la práctica de las asanas por el riesgo de reapertura con los esfuerzos.

Patología hepática

            Recordar simplemente que las posturas de flexión lateral del la columna al lado derecho, son beneficiosas para el hígado por someterlo a un profundo masaje.

Patología biliar

Disquinesias.- Mal funcionamiento de la vesícula biliar, con dificultad en la secreción de bilis al intestino. Se beneficia de todas las posturas que aumenten la presión sobre ella (las asanas de flexión lateral hacia el lado derecho) y todas las asanas que incrementen la presión a nivel intra-abdominal como Paschimottanasana o Vakrasana.
Litiasis.- (Piedras en la vesícula). Tiene el inconveniente que al presionar pueden soltarse los cálculos y dar lugar a que aparezca un cólico biliar, sobre todo si la persona los ha tenido en alguna ocasión, entonces debe tener mucho cuidado y evitar demasiada presión. Si la persona no ha presentado nunca cólicos biliares en princio puede practicar todas las posturas de Yoga.

Patología Pancreática

            Todas las posturas que incrementen la presión sobre el contenido abdominal va a mejorar el riego sanguíneo sobre el páncreas, sometiéndolo al mismo tiempo a un profundo masaje, mejorando en consecuencia su función tanto endocrina como exocrina.

Patología Esplénica (Bazo)

Cuando hay inflamaciones agudas del bazo, está completamente contraindicada la práctica del Yoga. Con inflamaciones secundarias (esplenomegalias secundarias), se  puede practicar Yoga, recomendándose especialmente las posturas de flexión lateral de la columna hacia el lado izquierdo.



YOGATERAPIA. Curso de Formación 1997, (Dr. Miguel Fraile

Textos aparato circulatorio


Hipertensión arterial


La tensión arterial es la resistencia que oponen los vasos sanguíneos al paso de la sangre. Los vasos sanguíneos están rodeados de una capa muscular que se contrae o se dilata de forma involuntaria. Cuando se contrae esta capa, el vaso sanguíneo se cierra, aumentando la tensión, y cuando se relaja, el vaso sanguíneo se abre, y al permitir el paso de mayor flujo de sangre, disminuye la tensión. Cuando esa resistencia está aumentada por encima de los límites normales, se dice que hay hipertensión arterial, y cuando está por debajo se dice que hay hipotensión arterial.
            Refiriéndonos a la "hipertensión esencial", que es aquella que no depende de una patología directamente del riñón ni de las cápsulas suprarrenales sino que es causada por tensión nerviosa somatizada y que tiene un componente hereditario.
            La hipertensión arterial es una enfermedad muy grave por los efectos secundarios que produce, como son las lesiones cardiológicas, cerebrales y renales. El beneficio básico que otorga la práctica del Yoga es por el estímulo que se produce en el Sistema Nervioso Parasimpático. En el momento que se produce la vagotonía, se consigue la relajación de las arterias y las arteriolas, con lo cual se obtiene una disminución importante de la tensión arterial. Esto puede ser un efecto que se mantenga solamente durante la sesión de Yoga o puede durar más tiempo, dependiendo del tiempo que se dedique ala práctica.
            Hay que tener presente que los beneficios que se derivan de la práctica del Yoga estarán siempre en relación directa con la cantidad de horas que se le dediquen. Para tratar una hipertensión arterial no se puede pensar que con una o dos horas a la semana la persona va a mejorar y va a poder eliminar la medicación. Tendrá que practicar diariamente, y en relación al tipo de hipertensión los beneficios serán hasta el punto de poder eliminar la medicación o no. Cuanto más se practica ese estado de vagotonía más se puede mantener de una forma espontánea.
            Para tratar la hipertensión arterial el tratamiento sería una sesión estándar de Yogoterapia con la eliminación de las posturas de tensión muscular. Las posturas de inversión son beneficiosas por el efecto sobre el Sistema Nervioso Parasimpático, y porque al invertir la posición del cuerpo se disminuye la sobrecarga de sangre a los ventrículos, la parte del corazón que más fuerte tiene que contraerse para vencer las resistencias periféricas que implica la hipertensión, con lo que se mejora el funcionamiento cardiaco, disminuyendo la tensión. El Ujayi va bien pero sin el Uddiyana-bandha (la contracción del abdomen).
            Solamente está contraindicada la práctica del Yoga cuando se trata de "hipertensión arterial maligna". Son cuadros que se regulan muy mal, incluso con medicación, porque existe el riesgo de las hemorragias cerebrales.

Procesos  tromboembólicos, tromboflebitis

            En momento agudo, contraindicada la práctica del Yoga.
            Una vez remitido el cuadro de inflamación aguda, para favorecer la circulación colateral se recomiendan todas las posturas que presionen los músculos de las piernas, como son Supta-Vajrasana o el Arda-Bhujangasana por el efecto de masaje sobre el sistema venoso que secundariamente originan.

Insuficiencia cardiaca

            Incapacidad del músculo cardíaco para bombear la cantidad de sangre necesaria para el funcionamiento del organismo.
            Respetando siempre el límite de cada persona marcado por la fatiga o el agotamiento, en principio tanto una persona joven con míocardiopatía dilatada como una persona mayor con insuficiencia cardiaca, pueden realizar una sesión normal de Yoga, incluidas las posturas de tensión muscular; puesto que es la propia persona la que puede controlar hasta donde puede llegar en su práctica sin fatigarse.
            La práctica global de Asanas y Pranayama tiene un efecto tónico sobre el músculo cardíaco.
            Las técnicas respiratorias más aconsejables son las Respiraciones rítmicas y el Pranayama cuadrado.
            Una sesión de Yoga estimula el Sistema Parasimpático o Vagotonía, disminuyendo la frecuencia cardiaca con un incremento simultáneo de la fuerza de contracción cardiaca con cada latido, combatiendo así la insuficiencia cardiaca.

Cardiopatía isquémica

            Disminución del riego sanguíneo al corazón a través de las arterias coronarias.
            3 niveles de intensidad de menor a mayor: isquemia, angina de pecho e infarto de miocardio.
            En el grado de isquemia la práctica del yoga no está contraindicada, siempre que no desencadene dolor (angina de pecho).
            En la rehabilitación posterior de un Infarto Agudo de Miocardio, una vez superada la fase de riesgo y siempre que no aparezca dolor anginoso, la práctica del Yoga es muy importante, valorándose la intensidad de la práctica según cada caso particular y el grado de afectación y oclusión coronaria residual.

Angina de Pizz Metal

            Contracción espasmódica de las arterias coronarias sin que exista lesión oclusiva a nivel arterial. Es muy frecuente en relación directa con las situaciones de tensión nerviosa, stress y ansiedad.
            La práctica del Yoga es totalmente recomendable sin restricciones, incluyendo si es posible técnicas de Pranayama avanzado.
            Es necesario mantener una disciplina y constancia en la práctica; respetando el límite que implica la presentación del dolor anginoso durante la realización de las asanas, que en caso de presentarse obliga a suspender la práctica.

Varices

            Dilatación de la pared de las venas en los miembros inferiores y el consiguiente estancamiento de sangre que se origina.
            Las asanas más  recomendadas en este proceso, son Supta-Vajrasana y Ardha-Bhujangasana principalmente.
            Igualmente con las posturas de Inversión (Viparita Karani o Sarvangasana).

Cefaleas Vasomotoras

            Dilatación de una arteriola dentro del cráneo.
            Todo lo que sea trabajar la relajación y potenciar la vagotonía es prevenir o al menos distanciar la aparición de la crisis jaquecosa. Por lo tanto el conjunto de las técnicas del Yoga son el tratamiento de elección ante estos procesos, presentándose en algunos pacientes resultados espectaculares en la mejoría de esta dolencia.
            Las técnicas de avanzadas de respiración con retención de aire a pulmón lleno, manteniendo al mismo tiempo los tres bandas, es la única forma que hay de dar masaje a la masa cerebral, lo que consigue disminuir la frecuencia de la presentación de los cuadros jaquecosos.

YOGATERAPIA. Curso de Formación 1997, (Dr. Miguel Fraile)